Las aplicaciones para móviles son programas diseñados especialmente para las tabletas y/o smartphones. A través de ellas se puede disfrutar del máximo uso que estas nuevas tecnologías ofrecen y entregar un servicio práctico, sencillo y fácil de usar en cualquier momento y en cualquier lugar.
Algunas ventajas de las aplicaciones para móviles son:
Capacidad para identificar la ubicación del usuario, utilizando medios comunes, como el GPS, para proporcionar una información más precisa y relevante.
Mantener el usuario en contacto constante con su servicio y su marca, ya que el icono de la aplicación instalada está siempre disponible en el dispositivo móvil (incluso si no se la utiliza a menudo).
La interfaz de la aplicación es optimizada para facilitar su uso a través de la tecnología de pantalla táctil, disponible en los teléfonos inteligentes y tabletas. Así, el uso de una aplicación se vuelve más sencilla, agradable e intuitiva para navegar por un sitio web, por ejemplo.